Gestión emocional

Terapia presencial y online en Valdemoro.

Cuando tus emociones te desbordan y sientes que no puedes más
María Uceda


 ¿Te pasa que sientes tristeza, ansiedad o incluso una rabia que no sabes de dónde viene… y que, cuando llega, te arrasa por dentro?
¿Sientes que te gustaría manejar lo que sientes, pero sientes que, en lugar de eso, tus emociones te controlan a ti?

Es como si las emociones te guiaran a ti o te manejaran, como si llevaran las riendas de tu vida siendo tú un mero espectador. 

Si estás viviendo algo así, no estás solo/a. Muchas personas llegan a consulta con esta sensación de desbordamiento emocional. Les cuesta identificar lo que les pasa, se sienten sobrepasadas por sus propias emociones y, a menudo, sienten que han perdido el control de su vida.

“No sé qué me pasa, pero estoy mal…no lo puedo controlar”


“De repente, me invade una ira y suelto muchas cosas, de las que luego me arrepiento”


“Lloro sin parar y no sé qué puedo hacer”


“Me da la sensación de que me ahogo y necesito salir corriendo de ahí”



“Mi reacción fue desproporcionada”


Estas son algunas de las frases que escuchamos a diario en consulta de personas que quieren aprender a gestionar sus emociones. Puede que estés sintiendo tristeza sin una causa aparente, ataques de ansiedad que aparecen de repente, o una irritabilidad constante que te hace sentir culpable. Puede que intentes mantenerte fuerte, aguantar o evitar lo que sientes… hasta que ya no puedes más.

Y no es que seas débil, ni exagerado/a, ni “demasiado emocional”. Es que nadie nos ha enseñado cómo entender nuestras emociones, cómo gestionarlas, o incluso, cómo ponerles nombre. Lo que estás viviendo tiene sentido. Y puede trabajarse.

 Si esto te ocurre te preguntarás, ¿por qué me siento así?

Cuando una persona se siente desbordada emocionalmente, solemos explorar juntos varias posibles causas. Algunas de las más frecuentes son: 

  • - No identificar cómo nos sentimos. Si yo te preguntara, “¿cómo te sientes con esta situación?” La respuesta es no lo sé, me siento mal. Nos puede pasar que notemos malestar, pero que no sepamos ponerle nombre, etiquetar nuestras emociones… ansiedad, miedo, vergüenza, enfado, soledad. Y yo os pregunto…Si no sabemos cómo nos sentimos, ¿cómo vamos a poder manejarlo?
  • - No identificamos las sensaciones físicas asociadas a estas emociones, nos pasan desapercibidas. “¿Cuándo sentimos cada emoción, qué sensación física sientes?, ¿dónde la sientes?”
  • - No entendemos por qué siento esa emoción en ese momento, nos falta comprensión emocional y autoconocimiento. “¿Por qué estoy así si todo me va bien?”, “¿por qué reacciono así por algo tan pequeño?”
  • - Faltan herramientas para gestionar las emociones. Incluso cuando sabemos lo que sentimos, no siempre sabemos qué hacer con eso. “¿Lo ignoro? ¿Lo hablo? ¿Me permito sentirlo? ¿Lo tapo? ¿Me aguanto?”



Vale, ahora sabemos qué puede generar todo esto pero ¿cómo se trabaja esta gestión emocional en terapia? 


Lo primero es evaluar todas estas cuestiones. Hay que entender nuestra historia para poder saber qué está pasando, desde cuándo y qué solemos hacer en estos momentos. Hay que descubrir qué podemos mejorar, qué puedo aprender sabiendo cómo soy, sabiendo cuál es mi historia. Por eso es muy importante que en terapia nos tomemos un tiempo para analizar todo esto, y actuar en lo que realmente cada uno necesite: identificar, entender, aprender herramientas… Porque NO, NO TODOS SOMOS IGUALES, NI NOS VALE LO MISMO. 

💬 Si te sientes identificado, sientes que necesitas ayuda y que quieres trabajar en ti, escríbenos. Ofrecemos terapia presencial en Valdemoro y online. Estamos aquí para escucharte.

QUIERO CONTACTAR
Por María Uceda 5 de mayo de 2020
El conflicto avisa de que existe un desacuerdo y en función de cómo lo gestionemos, las soluciones que encontremos, las posturas que tomemos, cómo nos comuniquemos...la relación puede verse reforzada. En una pareja, como en una familia o en las amistades los conflictos aparecen y aparecerán.
Por María Uceda 10 de mayo de 2020
En ocasiones muchas de las personas con las que hablo o veo en consulta tienen dificultades para diferenciar lo que necesitan de lo que quieren. A simple vista puede parecer una diferencia insignificante; sin embargo, desde el punto de vista p sicológico, el impacto que genera es distinto. Si me digo "necesito....", este pensamiento va asociado a una serie de emociones que pueden llegar a provocar mucho malestar y daño (por ejemplo, ansiedad, frustración, culpa...), cuando en realidad podríamos cambiar esta palabra por "quiero..." que le da un significado completamente diferente: un proyecto de futuro, un refuerzo, algo que puede ser positivo para mí pero no es tan negativo si no llega a ocurrir. "Necesitar" implica que si no lo alcanzas va a tener unas consecuencias muy negativas, por ejemplo, un cactus necesita al sol sino moriría, al igual que nos pasa a nosotros con el agua. Sin embargo, si lo "quieres" significa que puedes intentarlo y que si lo consigues, supondrá un añadido positivo en tu vida, pero que si no lo logras, no pasa nada, puedes vivir sin ello. Por ejemplo, no es lo mismo decir "necesito tener pareja", a "quiero tener pareja". Por eso es tan importante observar qué es lo que nos decimos a nosotros mismos puesto que muchas veces esto marcará la diferencia. Puede parecer sencillo, pero resulta muy difícil, en determinadas situaciones, ver esa diferencia.
Por María Uceda 14 de abril de 2020
¿Qué es lo que está pasando? Los seres humanos estamos acostumbrados a unas rutinas que incluyen mucho tiempo fuera de casa. De repente, esto ha cambiado y nos vemos obligados a, sin tener tiempo para gestionarlo, quedarnos en casa sin ninguna posibilidad de salir. Nuestros hábitos, nuestra zona de confort, todo ha cambiado. Y esto nos genera una gran cantidad de "emociones negativas", entre ellas ansiedad. ¿Cómo afrontamos esa ansiedad entonces? En primer lugar, nos vemos obligados a cambiar nuestras rutinas y tenemos que buscar una nueva forma de afrontar la situación. Y esto nos frustra, nos enfada... Y es normal que nuestra cabeza empiece a pensar en " ¿cuándo acabará, cuándo volveremos a la normalidad?" Uno de los problemas que pueden surgir es que pasamos tanto tiempo pensando en todo lo que hay fuera que no nos paramos a ver qué hay dentro, ¿qué puedo sacar de esta situación? ¿En qué puedo invertir este tiempo? La rumiación está preparada para buscar una solución, pero en este caso no hay alternativa, hay que estar en casa (no por más pensar, voy a conseguir cambiar la situación). Entonces si la mayor parte del tiempo lo ocupo pensando en lo que he perdido, lo que echo de menos, lo que me gustaría hacer cuando salga.... nos olvidamos de que, dentro de casa, en el aquí y ahora, hay un mundo lleno de posibilidades, donde hacer todas esas cosas para las que luego no encontramos tiempo:
Por websitebuilder 1 de febrero de 2020
Me siento triste, estresado, agobiado, como que no puedo más... ¿Es normal?, ¿debo pedir ayuda profesional?
1 de febrero de 2020
En esta entrada encontraréis algunos tips para poder llevar una salud psicológica más sana durante estos días, tanto para prevenir como para personas que estén sufriendo de sintomatología depresiva, ansiosa o estrés.